Não sei quantas almas tenho
Não sei quantas almas tenho.
Cada momento mudei.
Continuamente me estranho.
Nunca me vi nem acabei.
De tanto ser, só tenho alma.
Quem tem alma não tem calma.
Quem vê é só o que vê,
Quem sente não é quem é,
Atento ao que sou e vejo,
Torno-me eles e não eu.
Cada meu sonho ou desejo
É do que nasce e não meu.
Sou minha própria paisagem;
Assisto à minha passagem,
Diverso, móbil e só,
Não sei sentir-me onde estou.
Por isso, alheio, vou lendo
Como páginas, meu ser.
O que segue não prevendo,
O que passou a esquecer.
Noto à margem do que li
O que julguei que senti.
Releio e digo: “Fui eu?”
Deus sabe, porque o escreveu.
Persistência
terça-feira, 19 de julho de 2016
domingo, 10 de abril de 2016
A distância entre o coração e o pensamento
é a mesma entre a dor e a memória,
entre o ardor e o fogo,
entre meu corpo e um vulcão.
Olho fixo no incenso,
exala cheiros de presente,
queima e queima e se esvai,
vela em carvão e vara,
deixo a fumaça me entorpecer,
e a distância entre o coração e o pensamento
é a mesma entre a combustão e minha consciência.
é a mesma entre a dor e a memória,
entre o ardor e o fogo,
entre meu corpo e um vulcão.
Olho fixo no incenso,
exala cheiros de presente,
queima e queima e se esvai,
vela em carvão e vara,
deixo a fumaça me entorpecer,
e a distância entre o coração e o pensamento
é a mesma entre a combustão e minha consciência.
quinta-feira, 17 de março de 2016
quinta-feira, 18 de fevereiro de 2016
Sensual Lucía
Como sonríes sensualmente
junto al baile del mar,
nadas con la alegría de la infancia,
te desnudas con la malicia de Iemanjá.
Nos abrazamos entre olas,
paramos el tiempo y la gravedad,
porque - tengo que hablarte:
como sonreíste cuando te ví,
fue el soplo de la rotación
de una estrella violeta,
maciza piedra en mi corazón,
más rápida que la luz que
yo había conocido en décadas;
un girar tan natural,
cómo no podría ser la vuelta
que dabas a mi alrededor desde siglos?
El horizonte de acontecimientos
era tu pielo rubio alumbrando
la cara mía,
tu piel blanca y caliente,
y el agujero negro que
distorcía la luz que me entraba,
nada a temer!
un portal al universo
llamado Lucía, donde
estrellas son luciérnagas,
oscuridad no hay,
amor es intrínseco,
existencia una sola,
un baile sensual - como tu sonrisa -
entre galáxias.
Ley primera de la constante de Lucía:
todo movimiento de un cuerpo termina
en la sensual sonrisa de Lucía.
Ley segunda de la constante de Lucía:
todo cuerpo emite luz.
Ley tercera de la constante de Lucía:
cuerpos que coliden entre sí, bailan
juntos, tiernamente, y generan
otro cuerpo en formato de corazón.
Así, en este mundo en que
nos encontramos,
paramos el tiempo por amor,
fuimos a tu casa,
nos comemos todo el amor crudo.
De entrada nos besamos las manos,
de postre nos tocamos con los piés,
tropical antropofagia te enseñé,
y el té antes de dormir fue,
aun,
tu sensual sonrisa en las pausas de tu canto.
Pausas esas que tu voz
retumba,
eco a completud,
en el universo violeta de mi corazón.
Tus notas, acá dentro,
son polvo de estrellas.
Las pausas que te dije,
cada fólego que tomas,
un planeta se forma y se acaba con la duracción
del suspiro,
y todos los seres vivos,
plantas a pensantes,
omnisapientes,
hacen el amor incensantemente.
Y cuando vuelves a cantar,
otros tipos de lugares se crean.
O sea, Lucía,
el universo se expande,
a la vez que la luz
no deja de correr,
y mi amor tan sincero
no se agota a las posibilidades
de sentimientos tan dulces
que podemos crear y vivir
a partir de tu sensual sonrisa.
junto al baile del mar,
nadas con la alegría de la infancia,
te desnudas con la malicia de Iemanjá.
Nos abrazamos entre olas,
paramos el tiempo y la gravedad,
porque - tengo que hablarte:
como sonreíste cuando te ví,
fue el soplo de la rotación
de una estrella violeta,
maciza piedra en mi corazón,
más rápida que la luz que
yo había conocido en décadas;
un girar tan natural,
cómo no podría ser la vuelta
que dabas a mi alrededor desde siglos?
El horizonte de acontecimientos
era tu pielo rubio alumbrando
la cara mía,
tu piel blanca y caliente,
y el agujero negro que
distorcía la luz que me entraba,
nada a temer!
un portal al universo
llamado Lucía, donde
estrellas son luciérnagas,
oscuridad no hay,
amor es intrínseco,
existencia una sola,
un baile sensual - como tu sonrisa -
entre galáxias.
Ley primera de la constante de Lucía:
todo movimiento de un cuerpo termina
en la sensual sonrisa de Lucía.
Ley segunda de la constante de Lucía:
todo cuerpo emite luz.
Ley tercera de la constante de Lucía:
cuerpos que coliden entre sí, bailan
juntos, tiernamente, y generan
otro cuerpo en formato de corazón.
Así, en este mundo en que
nos encontramos,
paramos el tiempo por amor,
fuimos a tu casa,
nos comemos todo el amor crudo.
De entrada nos besamos las manos,
de postre nos tocamos con los piés,
tropical antropofagia te enseñé,
y el té antes de dormir fue,
aun,
tu sensual sonrisa en las pausas de tu canto.
Pausas esas que tu voz
retumba,
eco a completud,
en el universo violeta de mi corazón.
Tus notas, acá dentro,
son polvo de estrellas.
Las pausas que te dije,
cada fólego que tomas,
un planeta se forma y se acaba con la duracción
del suspiro,
y todos los seres vivos,
plantas a pensantes,
omnisapientes,
hacen el amor incensantemente.
Y cuando vuelves a cantar,
otros tipos de lugares se crean.
O sea, Lucía,
el universo se expande,
a la vez que la luz
no deja de correr,
y mi amor tan sincero
no se agota a las posibilidades
de sentimientos tan dulces
que podemos crear y vivir
a partir de tu sensual sonrisa.
segunda-feira, 15 de fevereiro de 2016
Esse amor vem num bocejo
de uma boca preguiçosa,
de uma noite mal dormida e de uma manhã amassada.
Soa como o resmungo recém acordado,
como o primeiro abrir de olhos,
o primeiro sinal de desperto,
o primeiro raio de realidade,
o primeiro movimento alongado,
a primeira respiração consciente,
a primeira face à vista.
Esse amor vem dum encostar
dos lábios a poucos centímetros,
de pequenas grandes palavras sussurradas:
bom dia,
sonhei com você,
eu te amo,
eu te quero.
de uma boca preguiçosa,
de uma noite mal dormida e de uma manhã amassada.
Soa como o resmungo recém acordado,
como o primeiro abrir de olhos,
o primeiro sinal de desperto,
o primeiro raio de realidade,
o primeiro movimento alongado,
a primeira respiração consciente,
a primeira face à vista.
Esse amor vem dum encostar
dos lábios a poucos centímetros,
de pequenas grandes palavras sussurradas:
bom dia,
sonhei com você,
eu te amo,
eu te quero.
sábado, 13 de fevereiro de 2016
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