Todos vestem preto,
a língua também se escurece.
No más que repentino,
todo lo negro viene a la luz.
Se hizo la palabra,
y la palabra era luce.
Aún todo sigue muy estranho,
hay humo en toda parte.
Pues espera un rato...
que vejo um rato pelas ruas,
que em todas as ruas, de todas as cidades,
existem ratos pelos bueiros,
na sarjeta, ratones de lenguas grandes,
Espera un rato más,
que lo veo en un rincón
cinza-gris, dentro de un cenicero,
el ratón me dice, entre caladas,
entre lenguas que no se entienden entre sí:
- qué ciudad es esa que todo suena lo mismo?
- por que não vejo nada?
- estoy perdido, perdidinho.
E o rato, ao terminar seu cigarro,
corre pelo subterrâneo,
a enfrentar as fronteiras del más allá de lo dicho.
Se va a una ciudad donde distinguen colores de blanco,
tons de preto, de azul, de arco-íris,
donde las artes se mezclan en gestos,
em atos, em falas, em imagens e em música,
sons da rua, pixos no alto, grafites que andam,
donde la lengua es una sola: universal.
Y esa ciudad se halla en el medio
del mayor sendero jamás visto:
búscala, sigue a los ratones,
e um dia virá à terra.
Nenhum comentário:
Postar um comentário